jueves, 1 de abril de 2010

La batalla que se trae el rio Colorado con el resto del mundo



El rio Colorado tiene liado un pollo por estas tierras que te cagas.


Lo que aparentemente es un rio normalillo, ha hecho un destrozo descomunal y ha esculpido un paisaje absolutamente extraterrestre a su alrededor. De hecho, esta parte del viaje ha girado en torno a la brecha que el rio ha abierto en las tierras que atraviesa antes de llegar al océano.
El secreto de semejante destrozo es el material que compone la tierra, una especie de arcilla compactada, muy vulnerable a la erosion de los elementos.
La cosa es que el rio y sus afluentes se han ido abriendo camino por estos paisajes a base de deshacer ese material, provocando su colapso una vez tras otra… en su punto mas profundo -la zona del Gran cañón- el rio ha abierto surcos de 1400 metros de profundidad, y aunque el espectáculo es increíble, no dejas de preguntarte como narices esa mierdecilla de rio ha podido liarla así.



Por todas partes ves la facilidad con la que los elementos modelan a su antojo todo tipo de formaciones insolitas. Además de la zona del Gran cañón, los parques de Arches y Canyonlands  ofrecen paisajes increibles en los que solo falta que aterrice una nave llena de marcianos y te de la bienvenida a su planeta.


En Arches, la teoria es que el aire ha creado agujeros en las montañas, que han acabado convirtiendose en arcos perfectos… yo sinceramente no acabo de creermelo, porque si hubiera uno… aun, pero que haya casi cien!


Canyonlands a primera vista parece mas normalito, una meseta de piedra con unas agujas tipo Montserrat al fondo… pero a medida que te acercas mas de lo mismo, a la meseta le salen cañones por todas partes y que si arcos por aqui, que si montañas que en realidad son dunas petrificadas por allá… a ratos parece que estes dentro de un cuadro de Dalí.





Mientras la vida en el parque del Gran Cañón era comoda y fácil… internet rapido y gratuito, laxitud a la hora de controlar el pago del camping e incluso de la entrada al parque , lavanderia, supermercado bien abastecido, autobuses gratuitos para desplazarte por las diversas zonas etc, en los otros parques nacionales tuvimos que doblegarnos al duro marcaje de los Rangers (los polis del oso yogui), unos tipos y tipas a los que no se les escapa una y que equipados con sus pistolas y sus sombreros de ala ancha, dan mas miedo que otra cosa.
Finalmente Toroweep, un lugar muy especial para despedirse del rio. Este parquecito esta en la rivera norte, y aunque llegar hasta el supone un rodeo considerable y 180 km de pista, vale la pena. Se trata de un lugar donde el rio va encajonado entre paredones de 800 metros de altura, un paisaje extraordinario no apto para los que padecen de vertigo.


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