martes, 30 de agosto de 2011

BCN-BKK

Barcelona-Bangkok. De nuevo surcamos los aires rumbo a Asia, esta vez aterrizaremos en Tailandia, un país que siempre se caía de la lista en el último momento. No es que no sea interesante, pero siempre nos pareció un destino demasiado turístico.
Pero después de haber visitado Camboya, Malasia, Indonesia y el sur de China, toca. Completaremos el viaje visitando Vietnam, otro cromo que nos falta de la colección del sudeste asiático.
En Bangkok nos hospedamos a todo lujo en el hotel Baan k ¡por fin un hotelazo a precio de ganga!
El Baan k está en el barrio de Silom, algo alejado de Kao San -la zona turistica - y de los templos, pero muy bien comunicado y en plena zona comercial. Además el barrio es famoso por el mercado nocturno y la zona de PatPong.
Bangkok nos ha parecido una ciudad muy interesante y bastante limpia. Lo primero que hay que decir es que es muy grande, viven como 7 millones de personas o así y esta surcada por canales, autopistas, el skytrain y en el centro, pasarelas para peatones que comunican los rascacielos y los malls. En las calles, las aceras las ocupan puestos de comida y paradas que venden ropa. Los puestos de comida sirven sopa de noddles o pato laqueado y están siempre llenos. Dicen que los tais casi nunca comen en casa por que les sale mas barato comer en la calle.
Después de realizar las visitas mas típicas:  templos de Wat Arun y Chao Raya,  el palacio de Phra Borom, y los barrios de Kao San y Chinatown, nos dedicamos a callejear y visitar los mercadillos, que es lo que al final siempre nos gusta mas.
Nos movemos con el skytrain -un metro urbano que como el de Chicago o Berlín va elevado, es cómodo y brinda buenas vistas- o con las barcas que surcan los canales, porque meterte en un taxi o en un tuc tuc en hora punta es perder toda la tarde.
Por la noche visitamos el mercadillo nocturno de Silom y PatPong. Algunas tiendas de este mercadillo están especializadas en el mundo gaier y en algunas paradas venden unos calzoncillos divinos de la muerte. Después esta lo de Pat Pong, uno de los barrios rojos por los que es tan famosa esta ciudad, pero la verdad es que tampoco hay para tanto, el espectáculo debe estar dentro de los bares de go-go's, porque desde fuera solo se ves guiris barrigones y chicas agarradas a las barras con cara de aburrimiento.
Otro día contratamos un paseo en bici que nos lleva a conocer los alrededores de la ciudad, visitamos varios templos más y rodamos por algunos barrios populares, muy interesante.
Aunque no hemos planeado el recorrido del viaje, nuestra intención es visitar -además de Tailandia- el norte de Vietnam y tal vez Laos. Tras analizar los últimos acontecimientos y chequear los precios de vuelos a Hanoi, decidimos volar hacia allí en primer lugar y dejar las playas del sur de Tailandia para el final del viaje.
Así que nos vamos a Hanoi.
En Asia operan un montón de low cost que hacen muy económico y cómodo moverse por la zona. La que mas hemos utilizado es Air Asia.
Vietnam es otro destino aplazado, pero por cuestiones diferentes.
De Vietnam nadie nos ha hablado bien, lo común es oír que los vietnamitas son violentos y que hacen sentir al viajero como un dólar con patas, incluso alguno amigo nos había relatado experiencias peligrosas y denigrantes, que claro, con lo grande que es el mundo y la de sitios y gente interesantes que hay para conocer, pues como que da un poco de mandra ir para allí. Pero lo tenemos tan cerca y es tan popular… que habrá que conocerlo en primera persona para después poder opinar ¿no?
Hanoi es territorio motard, la ciudad esta ocupada decenas de miles de scooters. Se forman atascos de motos a todas horas y por las aceras no se puede caminar porque es el sitio reservado para aparcarlas. Las aceras las ocupan las motos, y como en Tailandia, puestos de comida callejeros, que aquí sirven  pho -plato típico vietnamita a base de caldo, noddels y verduras- en unos taburetes de un tamaño que solo había visto en la sección infantil del Ikea.
Visitamos la pagoda de la literatura y el museo etnológico -muy recomendable- y deambulamos alrededor del lago Ho Hoan, donde la gente acude en masa por las tardes, unos hacen tai-chi, otros pasean y las parejitas se hacen carantoñas. 
Cuando el sol se pone, cientos de farolillos de colores colgados de los árboles iluminan el lago, muy romántico tot plegat.
Después, siguiendo los consejos del libro sagrado -la lonely planet- nos trasladamos a Halong Bay, concretamente a la isla de CatBa.
Nos cortamos de contratar un mini crucero por la bahía después de haber escuchado y leído historias espeluznantes. Que si te tienen 2 días dando vueltas a las mismas islas, que si la comida es una mierda, que si antes de dejarte en el puerto has de aflojar mas pasta de la pactada… en fin, que con ver la bahía desde el barco que nos llevaba a la isla ya teníamos suficiente.
En el barco coincidimos con Eric y Far. Eric es un tipo canadiense que vive en un velero con el que esta viajando por el mundo desde hace 3 años y Far una tailandesa con una vida muy interesante.
En un momento dado Eric me invita a una cerveza y cuando le devuelven el cambio “olvidan” parte del mismo. Eric lo reclama y el camarero no le hace ni puto caso. Eric levanta la voz recordándole que le debe pasta y el capitán -o lo que fuera- se acerca y tira las cervezas por la borda para acto seguido agarrar una botella de cristal de otra mesa y levantarla haciendo el ademán de rompérsela a Eric en la cabeza mientras grita cosas feas en vietnamita. Entre todos calmamos a Eric y el asunto se queda ahí.
CatBa nos gustó. La isla es famosa por que es la base perfecta para organizar paseos en kayak por la bahía, trekkings y escalada sin cuerda con caída al mar. Pero lo que nos pareció mas interesante son los pueblos flotantes de pescadores, que anclados en cada una de sus bahías se dedican a criar pescado en pequeñas piscifactorías caseras.
Hicimos una excursión en kayak muy chula y practiqué un poco de escala sin cuerda. Aunque mi grado no da para mucho, lo guapo es saltar al vacío una vez acabada la vía. Si vais, contratar todos estos servicios con Slowponi, lo llevan unos guiris que lo hacen muy bien.
Después de Halong, nos trasladamos a Ninh Bhin en busca de sus formaciones kársticas entre arrozales y un poco de la vida rural vietnamita. Esta bien, pero si quieres ver ese tipo de paisajes vete a Guilin -China- mucho mas bonito.
Lo mejor fue alquilarnos una moto y vagar sin rumbo. A la que nos salimos de las zonas mas turísticas la gente nos pareció mas agradable.
Después volvimos a Hanoi con el propósito de alquilar una moto y recorrer el norte, pero no paraba de llover y la previsión no mejoraba en semanas, así que decidimos pasar un par de días más en la capital antes de elegir nuestro próximo destino.
Pero esa tarde lo vimos claro.
Todos los hoteles estaban full y nos toco deambular cargados con las mochilas de aquí para allá; en uno de ellos nos pedían 25 dólares por una habitación cochambrosa -¡lo mismo que habíamos pagado en el Baan K de Bangkok!- pero en vista de que no había mucho donde elegir, intenté regatear un poco… ¿no me puedes bajar un poco el precio? la habitación no tiene aire acondicionado ni agua caliente a lo que el del hotel me respondió fukof out out. 
Yo no se mucho ingles, pero se que fuck off significa ¡que te follen! así que -de muy buenas formas- le dije al tío que se tranquilizara; acto seguido, pilló unas tijeras bien largas y amenazándome, me volvió a gritar fukof out, out! 
¡dios mio, no me siento las piernas!... ¡esto es un infierno!
A este país nadie en la historia reciente le ha ganado una guerra -ni siquiera el bueno de John Rambo pudo con ellos- y eso no debe ser una casualidad.
Así que entre las lluvias del norte, que al sur no nos apetecía bajar por que ya conocemos Camboya y los continuos numeritos que monta esta gente, decidimos que había llegado el momento de decir... ¡Goooood bye vietnam!.
Quizás hayamos tenido mala suerte, y seguro que en las zonas del país donde no llegan turistas los vietnamitas son encantadores, pero con la buena onda que estamos teniendo en este viaje, no nos apetece tener que andar preocupándonos de tonterías, asi que... Vietnam para los vietnamitas.