jueves, 18 de marzo de 2010

Las Vegas express



Visto y no visto… en Sin City estuvimos solo 24 horas, así que no tenemos mucho que contar. Desde que aterrizas en el aeropuerto el sonido de las tragaperras te acompaña, en cualquier sitio y a cualquier hora las oyes emitir sus ruiditos y lo mejor es que siempre hay gente jugando… y cuando digo en cualquier sitio me refiero a que te las encuentras en los supers, en las gasolineras, en algunas tiendas… es muy freaky! esta ciudad es sodoma y gomorra… vicio a go-go para todos los bolsillos y gustos.
Los casinos son impresionantes, miles y miles de “slots machines” (tragaperras) alineadas protegiendo las mesas donde se juegan todas las variantes de poker, black-jack, ruletas etc., alrededor, bares donde sirven comida rápida y también escenarios donde de vez en cuando se ofrece algún espectáculo, que es lo que diferencia un casino de otro. Hay casinos temáticos donde los espectáculos son evidentes, el “Circus Circus” tiene montadas unas carpas que le dan aspecto de circo y donde acróbatas y payasos van haciendo de las suyas, en el “Excalibur” el rollo va del Rey Arturo y sus peleas medievales alrededor de las birras y las doncellas, en el “Treasure Island” tema piratas, cada día hacen 3 funciones donde 2 barcos se lían a cañonazos y uno de ellos se hunde… aunque no me atrevo a decir que los barcos sean escala 1:1, son de un tamaño bastante considerable. Hay otros casinos como el “MGM” o el “Luxor” que ofrecen espectáculos de primer orden en plan Cirque du Soleil o conciertos de figurones… Frank Sinatra y Michael Jackson en su momento se pasaban largas temporadas en Las Vegas a cuerpo de rey, cuando nosotros estuvimos tocaba Garth Brooks, un tipo que se dedica al country y que por aquí es toda una institución.
Finalmente, otros casinos solo ofrecen juego y carne… carne de mujer. A falta de otras atracciones, las faldas y los escotes de los uniformes de las camareras se reducen a la mínima expresión y de vez en cuando las gogo’s realizan su espectáculo justo encima de las tragaperras mas caras, donde los premios y las apuestas son mas altos.
Aburrirte no te aburres.
Nuestra habitación, resulto ser toda una suite, con una cama que no cabria en nuestra habitación de casa y una bañera olímpica… me lo pase bomba cogiendo carrerilla y tirándome a la cama como si fuera una piscina. Si vas entre semana y fuera de temporada a un hotel/casino, la habitación te sale tirada de precio… ellos ganan dinero con el casino, así que se permiten bajar los precios del hotel todo lo que haga falta para tener el máximo de gente jugando.
Pero si creíais que no caímos en la tentación… Maria José tuvo el honor de gastarse el dólar de presupuesto que teníamos asignado a las tragaperras, y por supuesto lo perdimos.


El tema de la boda ya lo comentaremos mas adelante. 

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