martes, 11 de mayo de 2010

¡Héctor putoooooo!

Las ciudades que tienen 20 millones de habitantes y calles de más de 50 kilómetros me confunden… ¿como se lo deben hacer los taxistas para aprenderse todas las calles?
Ciudad de Méjico fue el sitio donde los aztecas -o Mexicas- vieron la señal que en sus profecías marcaba el lugar a partir del que debían construir su imperio. La señal era un águila posada sobre un cactus comiéndose una serpiente. El sitio en cuestión era un lago -dato importante- y los hechos ocurrieron unos 200 años antes de que el señor Hernán Cortés -el malo malo malo de la película para los mejicanos- la viera por primera vez.
Aunque fue la capital del efímero pero poderoso imperio Azteca, hoy casi no queda nada de aquello. Para empezar, los conquistadores arrasaron los antiguos templos, y utilizaron las piedras para edificar en el mismo lugar catedrales etc. Pero es que al estar construida sobre un lago, todo ha ido desapareciendo bajo el lodo, la ciudad se hunde… literalmente. Cuando pasas cerca de algún edificio antiguo y grande, tienes la sensación de que algo no esta en su sitio… muchos edificios históricos están hundiéndose y se inclinan como la torre de Pisa, produciendo un efecto óptico mareante cuando los comparas con los edificios modernos, perfectamente equilibrados.


En DF gastamos 4 días de viaje, distribuidos así:
1/ visita al centro histórico, murales de Diego Rivera y paseo infructuoso en busca de un cine donde pusieran Alicia en 3D.
2/ visitas a Teotihuacan y catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, degustación de Mezcal y noche loca en la Arena viendo lucha libre.
3/ mañana de relax y visita al Museo Antropológico.
4/ casa de Frida Khalo y paseo con Mariachis por los canales de Xoximilco.


Nos gustaron mucho los murales de Diego Rivera en el Palacio Nacional y la visita a Teotihuacan.
Los murales, reflejan la visión de la historia que los mejicanos tienen de su país: exaltación absoluta del imperio Azteca y repulsa enérgica de la conquista. Son muy descriptivos y eso se agradece, porque aunque están llenos de simbolismos se interpretan perfectamente.
Teotihuacan es un conjunto de ruinas de 2000 años de antigüedad, en el que destacan 2 pirámides grandiosas: la del Sol y la de la Luna. El lugar es genial, aunque por estas fechas hace un calor que te cagas, y si cometes el error de ir sin gorra ni gafas de sol acabas torrado.
Junto a la pirámide del Sol, se conservan unas pinturas muy interesantes con   representaciones del dios Quetzalcoatl -que tenia apariencia de hombre rubio con barba y fue el que la lió parda, ya que al partir de viaje, dejo dicho que volvería con unas naves por el Este, lo que  hizo pensar a los Aztecas que Cortés quizás tenia algo que ver con aquello- el Águila y el Jaguar, como representación de la dualidad entre el día y la noche y por extensión de otros muchos conceptos antagónicos. Y sobretodo el Maíz, que fue la base de todas aquellas sociedades, hasta el punto de que algunos se regían por un calendario basado en su ciclo de cosechas.


El espectáculo de lucha en La Arena fue absolutamente bizarro y divertido.
Hay dos bandos: los técnicos, que son los buenos, los que respetan las reglas de juego, los mas simpáticos… y los rudos, que hacen trampas, se meten con el publico, etc.
El día que estuvimos, del bando de los técnicos peleaban: La Mascara, La Sombra, El Sagrado, Máximo, Bam Bam, Eléctrico, El Pequeño Olímpico, Fabián el Gitano, El Bengala y Camaleón. Y por parte de los rudos: Mephisto, El Terrible, Nitro, Ephesto, Taichi, Virus, Pequeño Pierrot, Pequeño Nitro, Pequeño Universo (3 enanitos), Apocalipsis y Disturbio. Los combates enfrentan a grupos de dos o tres luchadores en 3 asaltos. Vencen los que ganan 2 asaltos.
Antes de que suene la campana la actividad es frenética. Mientras en el ring el speaker anuncia quien peleara en el próximo combate escoltado por 4 jamonas que van calentando el ambiente, en las gradas un enjambre de vendedores de cerveza y hot dog´s revolotean entre las butacas en busca de clientes.
¡ding ding ding ding… iniiiiiiisio del primer asaltooooooooo!     
Los combates son de risa, se pasan la mitad del tiempo haciendo payasadas, simulando golpes, metiéndose con el público… pero a veces hacen unas piruetas y se pegan unos ostiones contra el suelo que flipas. Lo mas espectacular es cuando se suben a las cuerdas y se lanzan hacia la zona del publico… no sé como no se matan, porque así como el suelo del ring esta preparado para amortiguar las caídas, en el patio de butacas solo hay cemento.
La gente viene a ver la lucha para desahogarse. En cuanto empiezan los combates el patio de butacas enloquece y la gente se desgañita animando a su bando o insultando al contrario. Después de un par de birras se nos paso la vergüenza y acabamos gritando como descosidos… a favor de los técnicos por supuesto. 
A MªJose le encantaron Eléctrico, un técnico cachitas requeteguapeton, y Máximo, técnico también, pero regordete y mariposón perdido, cuya arma letal era el beso… perseguía a los rudos por el cuadrilátero hasta que conseguía darles un beso en la boca que los dejaba absolutamente traumatizados… Taichi, después del beso perdió el conocimiento y tuvo que retirarse vomitando y escupiendo. 
Pero la catarsis llego en el último combate. Se enfrentaban por el lado de los técnicos: Héctor Garza, La Mascara y La Sombra, y por el lado de los rudos: Mephisto, El Terrible y Ephesto. El asunto es que Héctor Garza, últimamente anda inmerso en un proceso de rudificacion, y en vez de apoyar a sus compañeros, los traiciono una y otra vez provocando las iras del publico que no paraba de gritar Héctor putoooooo!!!... finalmente, aunque su equipo ganó, no le dejaron festejar la victoria, el se rebotó y se lió a ostias con todo lo que se le puso por delante: técnicos, rudos, árbitros, speaker, jamonas…
También visitamos la casa de Frida Khalo, toda una institución en Méjico y en el mundo feminista. Tuvo una vida muy intensa y se codeo con lo más florido del mundo artístico y político de la escena internacional. Pero la pobre tenia mala estrella y le toco vivir todo tipo de desgracias: enfermedades, accidentes, relaciones tempestuosas, etc, que acabaron agriándole el carácter... dicen, que ni los pajaritos se atrevían a parar en los arboles de su jardin...

El DF nos gusto mucho.
La historia del DF es la historia del país... todo lo que pasa en Méjico pasa en el DF, dicen los mejicanos. Es una ciudad con un pasado fantástico -capital de un imperio legendario y escenario de una conquista novelesca- y un presente esperanzador, que refleja la dualidad que hemos percibido en Méjico:  una sociedad dinámica y moderna, que tira para adelante... a pesar de sus instituciones
pd: no hay fotos de la noche en La Arena porque no nos dejaron pasar la camara... sniiiiif!

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